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Globalización

• Globalización La globalización de la economía mundial en las últimas décadas del siglo XX ha vinculado aún más la realidad interna de las naciones con su contexto externo.

• Además, cabe señalar que la expansión del comercio, las operaciones transnacionales de las empresas, la integración de las plazas financieras en una mega mercado de alcance planetario, y el espectacular desarrollo de la información, han estrechado los vínculos entre los países.

• De ahí que la finalidad de este escrito es una exposición pormenorizada de la medida en que la globalización atañe a las naciones involucradas en dicho progreso financiero, aspecto que trataremos no solo en lo concerniente a los beneficios que ha aportado sino también al incremento de la cantidad de países en vías de desarrollo pendientes de experimentar las secuelas del progreso financiero.

• En primer lugar, cabe destacar que la falta de igualdad en cuanto a la distribución de recompensa económica es algo que siempre nos ha aquejado.

• Pongamos por caso la inauguración del Fondo Monetario Internacional.

• Valga como ejemplo de este fenómeno los talleres de explotación laboral, formados para fabricar productos incesantemente para satisfacer a los padrones capitalistas, sin ninguna protección jurídica para la clase obrera.

• En segundo lugar, asimismo, la globalización ha conllevado directamente a la introducción de paraísos fiscales como el Mónaco.

• También ha servido para impulsar la creación de un sistema en el cual puede fortalecerse el blanqueo de dinero, como en Rusia, y la expropiación de tierras, como en El Salvador y Guatemala.

• Por lo tanto, conforme a las conclusiones deducidas de un estudio reciente del ONU, queda claro que la globalización es una realidad tangible, pero una que ha aplastado el sustento infructuoso de las poblaciones más desfavorecidas.

• Sin embargo, aunque puede parecer claro que la globalización es una fuerza destructiva, hay quienes aseveran que las pruebas contundentes demuestran las secuelas abrumadoramente positivas.

• Basta, como muestra, el dechado que prueba que el 72% menos de la población vive ahora debajo del umbral de la pobreza absoluta que en el 1960, debido a las políticas integracionistas de la globalización, las cuales incentivan el comercio internacional.

• Para ejemplificar esta ocurrencia más a fondo, solo hace falta presenciar que, a lo largo de los últimos cincuenta años, el promedio ciudadano de a pie ha ganado un aumento de 3,772 euros en el sueldo anual.

• En resumidas cuentas, queda claro que la globalización, que conlleva la disminución de las fronteras nacionales con cada más frecuencia, podría aportar secuelas devastadoras, pero ¿a qué coste?

• Es un fenómeno que por la cual nos deberíamos optar si quisiéramos extender la prosperidad a todo el mundo, pero debemos de avanzar con cuidado.